A lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado barreras significativas para acceder a la independencia económica. Las leyes, las normas sociales y las instituciones financieras no siempre han sido justas con nosotros. En la actualidad, Bitcoin se presenta como una opción poderosa para superar esas limitaciones, ofreciendo una herramienta accesible y autónoma. Pero antes de hablar sobre por qué Bitcoin tiene sentido para las mujeres, echemos un vistazo a la historia.
En muchos países, las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres para manejar su dinero hasta finales del siglo XX. En España, fue solo en 1981 cuando se aprobó la Ley de Igualdad Civil, permitiendo que las mujeres pudieran administrar sus bienes sin el consentimiento de un esposo. En Argentina, la igualdad jurídica llegó con la Ley de Igualdad Civil de 1968, aunque seguían existiendo limitaciones. En los EE. UU., el Acta de Igualdad Crediticia de 1974 prohibió la discriminación basada en el género para acceder al crédito.
Hoy en día, en varios países del Medio Oriente, como Irak, las mujeres aún enfrentan barreras para abrir cuentas bancarias o gestionar su dinero sin la aprobación de un hombre. Según el Banco Mundial, en la región de Oriente Medio y Norte de África, solo el 26% de las mujeres tiene acceso a una cuenta bancaria, frente al 49% de los hombres.
El acceso limitado de las mujeres a la autonomía financiera está directamente relacionado con su vulnerabilidad en situaciones de violencia doméstica. La OMS indica que la dependencia económica aumenta el riesgo de que las mujeres sufran violencia de género. Según el Banco Mundial, las mujeres que no tienen control sobre sus ingresos tienen un 50% más de probabilidades de sufrir violencia en comparación con aquellas que poseen independencia económica.
Bitcoin no solo ofrece una solución financiera a estos problemas, sino que a través de redes como el Lightning Network se ha convertido en una herramienta más inclusiva y accesible. Elizabeth Stark, cofundadora y CEO de Lightning Labs, afirmó: “Bitcoin puede brindar libertad financiera a miles de millones de personas”
Aunque Stark no se refiere específicamente a mujeres, podemos afirmar que dentro de esos miles de millones, una parte significativa son mujeres en situación de vulnerabilidad económica.
En América Latina, el fenómeno de la “feminización de la pobreza” es claro. Según la CEPAL, de todas las personas en situación de pobreza en la región, 54% son mujeres y 46% son hombres. Esta disparidad es un reflejo de las barreras estructurales y sociales que impiden que las mujeres accedan a empleos formales, generando una mayor vulnerabilidad económica.
Bitcoin es más que una criptomoneda. Para muchas mujeres, representa una herramienta de defensa de los derechos humanos y de independencia económica. En un mundo donde las mujeres son desproporcionadamente afectadas por la pobreza y la exclusión financiera, Bitcoin puede marcar la diferencia en su camino hacia la libertad financiera. Como bien señala la Human Rights Foundation, “Bitcoin no es solo dinero; es una herramienta de libertad”. Y para las mujeres, esa libertad es la clave para avanzar hacia una igualdad real y sostenible.